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    Hoy día 19 de noviembre nos ha dejado Rafa…
    Me lo imagino en el cielo corriendo, disfrutando, riendo…

    Has sido un ejemplo para todos en estos años. Nunca te olvidaremos. No dejes de cuidarnos desde Arriba.

    Mi amigo RAFA CATTARINI
    “Ante la enfermedad la palabra rendición no existe”

     

    Rafa con su hermano Piero.

    Conocí a Rafa Cattarini un día gris en el que había fallecido un amigo. Nos fuimos varios a tomar algo y me lo presentaron. Consiguió que ese ambiente de tristeza que reinaba entre los amigos se disipara con su buen humor y sentido positivo. Recuerdo que hablamos de la fugacidad de la vida y de la muerte. ¿Quién me iba a decir que años después hablaría con él de la muerte en otro contexto completamente diferente?

    L a enfermedad fue dando la cara, efectivamente, era ELA (Esclerosis Lateral Amiotrfica) , una ELA atípica que dependía de factores diferentes a la conocida desde siempre. Varios médicos en diferentes partes opinaban y se lograban pequeños logros pero había que reconocerlo: no era una batalla para curarse, era una batalla para salir adelante para luchar y vivir y disfrutar de la vida al máximo.

    Hay anécdotas que no olvido y rasgos de la personalidad de Rafa que no solo no han disminuido con la enfermedad sino que se han acentuado positivamente. El buen humor, esa capacidad para sacarle el lado alegre a cualquier situación; yo le escribía-y le escribo- contándole las anécdotas propias de mi profesión y él siempre sonríe al recordar que me ha visto estudiar los primeros años de la carrera y que actualmente ya soy “médico de los locos” como me dijo en una ocasión.

    Cuando Rafa empeoró drásticamente fui a visitarle un día y me sorprendió la capacidad de reírse que tenía; todo le hacía gracia y salía de su cuerpo, su risa (propia de la ELA) que no olvido. Al salir de ahí le mande un mensaje que decía, “Rafa, ¿qué te impulsa a seguir tan alegre?”. Su respuesta fue clara: “Los amigos que Dios me ha enviado para que me acompañen en la enfermedad”.

    Esto me lleva a tratar el factor más fundamental de la enfermedad de Rafa, lo que creo que cualquiera de los que estamos a su lado admiramos más: su fe. La cercanía al dolor y al sufrimiento que yo veo en los pacientes se ve mitigada cuando alguien está cerca de Dios. Rafa lo sabía y lo sabe y lo experimenta diariamente. Sabe que sin la visión sobrenatural de la vida, es casi imposible vivir motivado cada día y más estando afectado por una enfermedad incurable.

    En el sufrimiento es más fácil luchar cuando tienes motivaciones o ilusiones por curarte o por mejorar. ¡Qué duro es cuando sabes que no hay absolutamente nada que te pueda poner mejor! ¡Qué difícil es lidiar una batalla que piensas que está perdida desde el momento del diagnostico! Rafa nunca ha tirado la toalla; siempre se ha mantenido firme, con altibajos, pero apoyándose en todos los que le queremos.

    Rafa es un buen amigo porque escucha, escucha de verdad porque tras esos momentos, reflexiona y reza por cada cosa que le pedimos. No se olvida jamás de un cumpleaños. No pierde detalle de las conversaciones.

    Rafa se conoce, conoce lo que le hace sonreír. Conoce lo que le anima. De vez en cuando, al ir a visitarle le pregunto; ¿te cuento alguna anécdota divertida de mis guardias en el Hospital? Pestañea, eso es un sí. Le veo reír, ahora su antigua risa se ha ido convirtiendo en una sonrisa perenne.

    “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: eso son los imprescindibles”.

    Rafa saca lo mejor de cada uno de los que tiene a su alrededor. Nos da motivos para valorar lo que tenemos, las capacidades que podemos desarrollar. Al verle todos, y más los que le conocíamos antes de la enfermedad, nos damos cuenta que somos afortunados. Rafa es especial, muy especial. Nunca se rinde, su lucha es un ejemplo para todos nosotros.

    Marian Rojas-Estapé

    15 PREGUNTAS A RAFA CATTARINI

    1- ¿Cuáles fueron las reacciones de tu entorno al diagnóstico?

    Realmente no sé como reaccionaron porque la noticia fue tan dura y tan confusa que pocos se atrevían a comentarlo delante de mi. Creo que la mayoría se quedaron expectantes hasta ver mi reacción y cuando vieron que cogía el toro por los cuernos y que iba a presentar batalla sin titubeos, (muchos no lo esperaban ), se adscribieron a las pautas que yo empecé a marcar

    2- ¿Cómo se afronta una enfermedad cuyo fin se conoce de antemano?

    Es lo que hay, así que ajo y agua… Cada segundo que no peleo es tiempo que me gana la enfermedad y si no lucho yo por mi vida, ¿quién lo va a hacer?

    3- ¿Qué planes de futuro hiciste para la etapa de libertad física que te quedaba, sabiendo que esta tenía una caducidad?

    No hice ninguno, fui adaptándome a la evolución de la enfermedad. Si hubiera sabido el calendario exacto de como iba a ser la evolución quizá habría aprovechado mas el tiempo, pero hubiera sido una tortura mental. Bastante fructífero. No hay minusválido en la tierra que haya sacado tanto jugo a una enfermedad como yo.
    Anexo de Rafa: lo que hice cuando me diagnosticaron fue borrar toda mi vida, todas mis relaciones amistosas y ataduras sentimentales de mi vida anterior para no forzar a nadie a acompañarme por un camino que iba a ser una tortura. Todo el que quisiera acompañarme lo tendría que hacer de forma voluntaria sabiendo a que se exponían ya que las normas habían cambiado. Me sobran dedos de una mano para contar las personas que decidieron no seguir a mi lado.

    4- Sabemos que has hecho algunos viajes con tu entorno más cercano. ¿Cómo fueron?

    Buff… ¡son cientos! Hubo una temporada que lo raro era verme en Madrid un fin de semana o en vacaciones. Nunca he tenido la sensación de estar haciendo mi último viaje porque a día de hoy mis amigos siguen intentando convencerme para que me vaya de viaje con ellos.

    5- La enfermedad de  ELA conlleva una pérdida progresiva de facultades. ¿Qué se siente cuando empiezas
    a perderlas? ¿Cuáles han supuesto un verdadero punto de inflexión para ti?

    O espabilas o para cuando hayas dejado de llorar la pérdida de una facultad, ya habrás perdido tres o cuatro más. Perder el habla fue lo mas difícil de asumir.

    6- También conlleva una inevitable dependencia. ¿Cómo se aprende a pedir ayuda?

    A la fuerza ahorcan… Odio ser dependiente, pero no me queda mas remedio

    7-  ¿De dónde sacas las fuerzas para seguir adelante? ¿En qué te apoyas?

    Puro orgullo. Tengo un abrazo que devolver y una ingeniería aeroespacial por terminar.

    8- ¿Qué papel ha tenido la religión en tu enfermedad? ¿Hasta qué punto influye tu fe?

    Fundamental. Es lo que me hace no tirar la toalla y tener esperanza. Si no la tuviera, ¿ qué sentido tiene la vida?  Nada me hubiera impedido suicidarme al principio y me hubiera ahorrado mucho sufrimiento. Nunca he perdido la fe.

    Las cosas se han desarrollado de una forma que para mí sólo se pueden explicar mediante la existencia de Dios, por eso mi fe se ha multiplicado desde que estoy enfermo. La gente no cree en Dios porque no sabe verle, Dios está en cada uno de nosotros, Él está dentro y sale cada vez que tenemos un acto de generosidad hacia los demás.

    9- .¿Quiénes son tus referentes en la vida y por qué?

    Mis amigos y mi familia por su ejemplo de generosidad y entrega.

    10- ¿Qué papel ocupa la muerte en tu vida?

    La espada de Damocles.

    11-¿Alguna vez has querido morir?

    Muchas veces, pero gracias a no haber tenido facilidades para hacerlo, sigo aquí.

    12- ¿Qué opinión te merece la muerte asistida?

    Si un enfermo terminal en plenas facultades mentales decide ahorrarse el  sufrimiento de la ultima fase del camino, no seré yo quien lo critique. Es una cuestión muy personal  que se puede tratar con mucha demagogia cuando no te coge de cerca. Llegado el caso yo no se que haría, pero lo que hay que respetar sin matiz alguno es el derecho del medico a no querer hacerlo.

    13- Dices que notas diferencias en el modo en que te tratan los creyentes y los que no lo son. ¿A qué te refieres?

    A que los creyentes no tienen miedo al dolor y por lo tanto viven la vida en toda su plenitud. Se entregan a las demás sin miedo a sufrir, con una generosidad  que es muy difícil de encontrar en los no creyentes

    14- ¿En qué piensas en los momentos en que estas a solas?

    En todo. Me divierte pensar y analizar las cosas, así que nunca me aburro.

    15- ¿Qué te ha aportado la enfermedad?

    Una cura de paciencia.

    Dios me pone a prueba todos los días, soy un luchador nato y si Dios me manda a esta batalla, Él sabrá por qué lo hace, pero a veces se le olvida que soy español: para mí la palabra “rendición” no existe.